lunes, 10 de enero de 2011

Rutinas

08:49, suena de fondo “La valse d'amelie piano”, anunciando que comienza el día. Cinco minutos más –pienso-, sólo cinco. El despertador vuelve a sonar y de un manotazo hago que se calle. Me despierto, con los ojos entrecerrados aún, después de una corta noche que por diversos motivos se me ha hecho eterna.

Voy al baño, me lavo la cara y me miro en el espejo. Definitivamente no ha sido una buena noche.

Me encamino a la cocina pensando qué desayunar. Si, ya, he vuelto a la dieta, no hay muchas opciones. Me preparo un neskuik con leche desnatada y un par de galletas. Antes de eso, claro, el arsenal de cápsulas que me tomo por las mañanas para distintas cosas: que si el pelo, que si vitaminas, que si para los líquidos… (a veces pienso que soy como una pequeña bomba de relojería, con tanto invento algún día tendremos un problema). Desayuno con calma, hoy tengo suficiente tiempo. Hoy, incluso, me permito el lujo de sentarme.

Una vez con el estómago lleno (aunque no como me gustaría) me paro delante del armario. La tortura de cada día. ¿Qué me pongo? ¿Cómo se estará en la calle? ¿Tendré frío con esto? Buf, esto no, hoy no me veo con ello. Finalmente, elijo mi atuendo para hoy y me miro en el espejo. Otra vez la rutina diaria: al menos, un cambio de camiseta. Vuelvo a mirar. Mucho mejor.

Después de todo eso, llega el proceso de hacer la cara un poco más fácil de mirar. Voy al baño y saco todo mi arsenal de maquillaje. Tras 15 minutos frente al espejo, me doy por satisfecha con mi obra de arte.

Abrigo, bufanda, la carpeta y el bolso. Ya estoy lista para ir a clase.

¡Joder qué frio hace en la calle! ¡Y encima voy tarde! Mierda. Joder. Ni levantándome una hora antes lo consigo. Llego al autobús, cola para variar. Diez minutos helándome los pies, tiritando y deseando que llegue algún bus para poder sentarme y escuchar música, sino, me pongo de mala leche.

¡Por fin! Consigo sentarme pero…¡mierda! Se me ha olvidado el ipod en casa. Saco uno de los libros que me estoy leyendo y el viaje se me hace más ameno, aunque me molestan las voces de la gente. ¿Cómo se puede tener esa energía por las mañanas?. Paro de leer y me dedico a mirar por la ventana, aunque ese paisaje ya me le conozco de memoria.

Llego a la facultad, pero, para variar, la clase ya ha empezado. Todo lo silenciosamente que puedo me cuelo en algún banco y saco mis apuntes. Dos horas interminables que dedico a divagar de vez en cuando y a atender cuando vuelvo a la tierra. Se termina la clase y recojo todo lo rápido que puedo, sólo quiero llegar al calor de mi piso, ponerme cómoda, comer y echarme la siesta.

Abro la puerta del piso y ya noto lo calentito que se está dentro. Dejo el abrigo, el bolso y la ropa encima de la cama y me pongo cómoda. Voy a la cocina, con más hambre que el perro de un ciego, y me preparo para desplegar mis artes culinarias. Después de un rato, parece que mi esfuerzo ha merecido la pena y me siento a la mesa. Como con calma, en soledad, como a mi me gusta.

Recojo los platos, los meto en el lavavajillas, me lavo las manos y los dientes, me bebo un vaso de agua y me voy al sofá. Adoro echarme la siesta, creo que es uno de los placeres de la vida, el dormir. Tras un largo rato de inconsciencia, me despierto. Estoy mareada, la cabeza me da vueltas, tengo sueño, quiero seguir durmiendo. Reúno fuerza de voluntad y me levanto.

¿Habrá que hacer algo, no? Los exámenes están a la vuelta de la esquina, tengo muchos trabajos por acabar, apuntes que pasar a limpio….Total, al final acabo por no hacer nada. Simplemente enredo, miro cosas por internet, como. Pero no hago nada de provecho.

Llegan las 20:00. Hora de ir al gimnasio. Buuufff, qué pereza! Me pongo el chándal, me recojo una coleta, preparo la mochila y ya estoy lista para darlo todo. O casi todo. Siendo hoy el primer día, mañana seguramente querré morirme, pero hay que hacerlo. Estoy una hora pedaleando, deseando acabar. No sé si os pasa pero los últimos 5 minutos se me hacen eternos.

¡Menos mal! Ya hemos acabado por hoy. Ahora a recoger mis cosas y a casa. Por el camino pienso que tengo hambre, y que hace frío. Que seguro que me termino constipando otra vez porque no le hago caso a mi madre y no me abrigo bien. ¿Qué voy a cenar? ¡Ah sí! Ya lo se…uhm.. qué rico, y qué hambre! Pero primero una ducha. Sí, la necesito. Qué bien sienta..es indescriptible el placer que puede proporcionar un chorro de agua caliente cayendo sobre tu cuerpo, o por lo menos es como yo lo siento. Y ese olor,¡por dios pero si dan ganas de comerse el gel! Tengo tanta hambre que sería capaz, lo juro. Venga, apaga ya, que luego nos pasamos con el agua. Me pongo el pijama, es mi prenda de ropa favorita, tan cómodos y tan chulos!

Hora de la cena. Me preparo una ensalada de naranja y una sepia a la plancha. Sí, esto es sano. ¿Y de postre? Pues un yogurt de fresa, mis preferidos. Qué bien se siente uno con el estómago lleno.

Todavía es pronto para dormir. Así que me decanto por actualizar el blog. No me gusta teneros tan abandonados, pero es que entre unas cosas y otras no he tenido mucho tiempo para dedicarme a escribir algo (más o menos) decente. ¿Y qué cuento? Pues mira, como ha sido el primer día de vuelta a la rutina, podría contar la mía.

Y así, sin más, os deseo a todos buenas noches. Que la rutina del día a día, está aquí otra vez en pocas horas.

PD: Perdón por estar medio ausente! Pero os he leído, que conste.

PD2: Os dejo la canción de “La valse d’Amelie piano”, que es PRECIOSA, por si no la conocéis.

http://www.youtube.com/watch?v=wCTW_IfZzTE&feature=fvst

8 comentarios:

  1. Hola! gracias por pasarte por mi blog, voy a hacerme seguidora del tuyo porque me mola.
    Al final me he decidido comprar 'Perdona si te llamo amor' maldita sea! me ha enganchado de mala manera, de que va la saga de Los Juegos del hambre? el nombre me mola pero..no sé no sé!
    Que tal ha sido el primer día de vuelta a la rutina, bien? eso espero.
    Por cierto, yo también posteo en MDO!jajaja soy lore, un beso.

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  2. Soy Marla, te sigo :)

    (y voy a cotillear)

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  3. Me parece fantástico que te levantes con ese tema. Yann tiersen me encanta y esa canción muchisimo. Yo creo que a la fuerza el dia debe de ser menos malo, si lo comienzas asi.

    Un beso compi!

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  4. Bueno, para ser el primer día no está nada mal... ;)
    Y me estoy dando cuenta de que la gente hace muchas más cosas que yo durante el día... Y entonces, ¿Por qué a mí no me cunden los días y siempre estoy cansada..?
    Tengo que meditarlo...¬¬

    Un besito, wapa!

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  5. Haces muchas cosas... no me extraña que estés cansada.
    Ah, algo que comparto contigo y que, a veces, no comento por ahí para que no capten mi "ramalazo de vaga" es la SIESTA. Lo escribo con mayúsculas porque es mi diosa. Me gusta comer deprisa para tumbarme en el ´sofá y arroparme con una mantita y rrrrrrrrr.

    Muy buen post. Un besazo.

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  6. mmm.bonita canción (la stoy escuchando ahra), pero pienso que para levantarse es mjor otro tipo. por cierto!q suerte q tienes dos horas más que yo pa levantarte!! TE ODIO.

    y sí, ponte a hacr algo, pq solo pienso en ir alli de fiesta y t necesito libre!!

    un beso, MA

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  7. Parece que hemos tenído un día bastante parecido, sólo sustituye: facultad por trabajo, gimnasio por danza del vientre y sepia por sopa de verdura! mañana más!

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