sábado, 29 de enero de 2011
Sin más
lunes, 24 de enero de 2011
LOS VIDEOBLOGS
viernes, 21 de enero de 2011
Mamá, mamá: quiero ser Psicóloga
Hoy vengo a hablar de algo serio, algo que me cabrea, algo que tiene que ver conmigo y con mi futuro.
No sé si lo habré dicho por aquí alguna vez, pero voy a ser una futura psicóloga, de hecho, estoy en el último año de carrera y aspiro a terminarlo en Junio (sino pues nada, ¡hola Septiembre!). He de decir, que la verdad es que en la carrera e ha ido maravillosamente bien, porque he ido a curso por año y no he arrastrado más de una o dos asignaturas para septiembre, que siempre he aprobado con éxito.
¿Por qué elegí Psicología? Pues sinceramente, no fue por vocación. Cuando me tocó ponerme delante de las solicitudes para las distintas universidades no lo tenía nada claro, porque bueno, de pequeña y como la mayoría de la gente siempre se me ocurrían un montón de profesiones que me gustaría hacer: veterinaria, medicina, filología inglesa o árabe, astronauta…pero cuando uno crece, va viendo que la vida solita te va llevando por el camino que tienes que recorrer. Y ahí estaba yo, a mis 18 años, sin saber cuál era el mío. Tenía un par de amigos que en bachiller se cogieron de optativa psicología, mientras que yo me fui a Francés (sí, me gustan mucho los idiomas y envidio a la gente que sabe 5 o 6); ellos me contaban las cosas que daban y me parecían divertidas y curiosas. Cuando empecé a leer las carreras que ofertaban las distintas universidades, me fijé especialmente en psicología, turismo, educación infantil y terapia ocupacional. Turismo lo descarté porque, a pesar de gustarme los idiomas, veía que eran demasiados y me echó para atrás. Educación infantil…pf! Pues anda que no hay ya profesores. Y terapia ocupacional sinceramente no tenía mucha idea de qué iba. Así que, ¿Qué me quedaba? Pues Psicología.
A pesar de haber cogido la carrera un poco “por ver de qué va”, puedo decir, a día de hoy, que no podría haber ninguna otra carrera que fuese mejor conmigo. En serio, no me vería haciendo otra cosa ahora mismo porque me encanta lo que estudio. Me parece muy interesante poder tratar con gente que necesita ayuda y yo puedo (intentarlo, al menos) dársela.
Por eso, me toca ENORMEMENTE las narices, cuando alguien me pregunta: “¿Psicología? ¿Pero qué te fumaste para estudiar eso?”.
Cada uno tiene unas aspiraciones en la vida, yo no me meto con las tuyas y a mí no me gusta que se metan con las mías. Ni con lo que estudio. Ni con lo que voy a ser el día de mañana. Porque si me estoy sacando esta carrera no es precisamente arrascándome la barriga como para que alguien pueda cuestionarlo. Gente que, normalmente, no tiene ni idea de la labor de los psicólogos, que piensa en nosotros como los típicos que te quitan un riñón simplemente porque tú te tumbes en un sofá y le hables. ¡Ayy Dios mío! Cuanta ignorancia.
miércoles, 19 de enero de 2011
El mes de la muerte
EL MES DE LA MUERTE
Levántate.
Arréglate y desayuna.
Coge los 21218469 libros y apuntes que tienes que estudiarte.
Ve a la biblioteca.
Y muere.
Así es mí día a día en este fatídico mes para la mayoría de los estudiantes. Quizá sea una exageración, no lo dudo, pero desde luego no es plato de gusto tener que estar pendiente siempre del tiempo, del si llego o no llego a estudiarme los temas que entran.
Para mí la época de exámenes es una época de alejamiento social, de hecho, con las únicas personas que me relaciono son con los 40 autores por asignatura que tengo que estudiarme. Es una época en la que me abandono un poco a mi suerte, no como bien, no descanso bien, mi humor fluctúa tanto como la bolsa, me agobio, pierdo el tiempo, lloro, etc. Supongo que no seré la única a la que le pasan estas cosas y que si hay algún estudiante leyendo estas líneas me estarán entendiendo perfectamente.
De aquí hasta el 18 de Febrero voy a estar sumergida entre apuntes, libros, exámenes y nervios…vamos, básicamente lo que viene pasando desde hace 4 años hasta ahora cuando llega el “Mes de Febrero”. Empiezo el día 2 con una asignatura infumable a la que odio (y también al profesor, dicho sea de paso). El día 4 llega con una asignatura “aprobable”, que me gusta y que no es de las más complicadas. El día 7 me examino de una asignatura de la que me matriculé con mucha ilusión pero que me ha decepcionado totalmente, además aunque el profesor dice cosas interesantes en clase, a la hora de estudiármela no me va a quedar más remedio que estudiarme el libro tal cual. El día 11 tengo la asignatura que más me ha gustado de este cuatrimestre, a la que procuro no faltar nunca porque de verdad, me encanta, y eso que es una optativa no obligatoria pero me he enamorado de la asignatura. Y por último, el día 18, el examen de la asignatura más coñazo de este año, aunque en clase no está mal pero estudiársela es como que te caiga un saco de cemento encima.
Todo eso sumado a que el día 15 de Febrero empiezo las prácticas en un centro de Salud Mental, y no quiero pensarlo para no ponerme nerviosa, pero en cuanto empiece no voy a tener tiempo de mucho más, porque entre ir por las mañanas a hacer las prácticas y ponerme por las tardes al día de las clases a las que voy a faltar...en fin. No os digo nada.
Perdonad si os he soltado un rollaco, pero tenía que contarlo en algún lado xD. De todas formas, de aquí hasta que termine los exámenes me temo que me vais a leer más de una vez hablar sobre ello, porque en algún lugar tengo que descargar mis ansiedades. De la misma forma, os pido disculpas a los que me seguís si veis que estoy un poco ausente durante las próximas semanas, aunque intentaré que eso no pase.
PD: Gracias a todos los que me leéis y dejáis vuestra pequeña aportación, y también a todos aquellos que se van incorporando poco a poco a mi pequeño mundo.
lunes, 17 de enero de 2011
19 cosas idiotas (o no) que te hacen feliz
Hoy, mientras miraba la página principal de MSN me he encontrado con una “noticia” que decía lo siguiente:
“Según la RAE, la felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada y buena. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría."
A continuación, nombraban 19 cosas que hacían feliz. Yo, como no estoy de acuerdo con la mayoría que nombraban he pensado…¿por qué no haces las tuyas propias?
Para mí, estas son 19 cosas idiotas que me hacen, por lo menos, un poquito feliz:
- Comer helado
- Ver películas románticas
- Darme una buena ducha después de un largo día
- El sexo
- Que en la radio o en el ipod salte mi canción favorita
- Llegar a casa y que para comer haya macarrones
- Enamorarme y que sea correspondido
- Que alguien me mande un sms porque se ha acordado de mi
- Encontrarme dinero por la calle
- No tener que madrugar
- Pintarme las uñas de colores
- Quedar con mis amigos
- Leer libros
- Encontrarme por casa algo que no sabía ni que tenía
- Que mis abuelos me den dinero
- Aprobar un examen
- Que al subir la persiana hay sol y ni una nube.
- Irme de compras
- Entrar en algún lugar y que haya muchos colores.
Se me podrían ocurrir muchas más seguro pero son las 19 primeras que se me han venido a la cabeza, quizá así podáis conocerme un poquito mejor.
Os animo a todos a que hagáis vuestra lista de las 19 cosas idiotas que os hacen felices, así, cuando un día estéis deprimidos o de bajón podéis recurrir a ella para hacer cualquier cosa que os ayude a animaros…entre 19, ¿alguna habrá que lo consiga, no?.
sábado, 15 de enero de 2011
Confesiones
Algunas veces, por H o por B, las cosas que teníamos se desvanecen. Se acaban. Se mueren.
Y por consiguiente, las personas con quienes las manteníamos se quedan con ellas, en otro tiempo y en otro espacio. Nosotros avanzamos, de forma paralela a ellos pero… ¿por caminos paralelos o perpendiculares? ¿Volveremos a encontrarnos algún día en una intersección? Y si no es así…¿no sentís que tenéis demasiadas cosas dentro que os gustaría contarles?
Decirles, no sé, que estáis a punto de licenciaros. Que ya no te gusta el color rojo, que ahora tu favorito es el morado. Que ahora llevas el pelo más largo. Que te sigue encantando el helado de stracciatella. Que en este tiempo, no has crecido ni un solo centímetro. Que has aprendido a cocinar. Que estás pensando irte al extranjero a hacer prácticas o a buscar trabajo. Que tu familia sigue bien. Que estás yendo al gimnasio, ¡algo impensable!. Que has perfeccionado tu inglés. Que interiormente has vivido experiencias que te han hecho crecer. Que ya casi nunca lloras, no hay un motivo que merezca la pena para hacerlo. Que te siguen encantando las cosas con muchos colores. Que tu olor favorito todavía es el del suavizante de la ropa. Que ahora te pintas las uñas de colores. Que tu flor favorita todavía es la margarita. Que el animal que más te gusta en el mundo es la mariposa. Que sigues siendo la misma y has cambiado.
En fin. Tantas y tantas cosas que se pasean por mi mente en un sentido circular…
Pero bueno, por si hubiera alguna posibilidad de que estas personas “del pasado” me puedan estar leyendo, sólo diré que me encantaría poder mantener una conversación, recuperar el contacto, una posible amistad, quizá. Porque en su momento fuisteis muy importantes, y, aunque muchas veces no quiera que sea así, a día de hoy lo seguís siendo porque formasteis parte de mí. De lo que fui y de lo que soy ahora mismo.
Quizá, si tuviese algo de más valor me atrevería directamente a abrir una conversación en el msn, a mandaros un mensaje o a llamaros por teléfono pero… no lo tengo.
Sólo espero que vosotros sí.
viernes, 14 de enero de 2011
Interludio 3
sientes que los dias te transportan y te sientes solo,
apagado como esta ciudad maldita que te incita suplicarle a quienes mas te quitan,
aqui sentado tan endeble y vulnerable,callado mientras dejo que el diablo me hable,
sueños rotos en un mundo roto,quebrado por la angustia de otros,
Todos tenemos una historia que debe ser contada,
guardamos un secreto del que nadie sabe nada,
hablamos con la almohada pero no responde,
la verdad esta ahi fuera,si,pero se esconde.
Todos tenemos una historia que debe ser contada,
guardamos un secreto del que nadie sabe nada,
hablamos con la almohada pero no responde,
la verdad esta ahi fuera,si,pero se esconde.
martes, 11 de enero de 2011
Pretérito Pluscuamperfecto
Miras hacia el futuro, y lo ves un imposible. Nada de eso te importa, porque no quieres pensarlo. La vida te ha enseñado que no puedes avanzar tan rápido porque así no disfrutas de lo que tienes ahora, sin embargo, algo te impulsa constantemente a querer correr hacia adelante. Sin detenerte apenas en lo que estás viviendo en este momento. Manías.
Si algo te frena y te paras en el presente, ves que poco a poco se resquebraja.
Ya no es lo que era.
Ya no tienes esas sensaciones que te provocaba el simple hecho de verle. De esperarle en la puerta de su trabajo.
Ya no miras hacia el futuro porque, ¿para qué?. Parece que desde aquel momento ya nada de eso te importa. Parece que te hayas propuesto no volverle a abrir tu corazón a nadie más por el miedo a volver a sentir.
Ya no miras el móvil cada 5 minutos esperando que ÉL te haya dado alguna señal. Quizá porque ya no hay ese ÉL, ni nadie que se le parezca.
Me he dado cuenta, de que el pasado es el tiempo verbal que más me gusta. A lo mejor porque casi todo lo bueno que he tenido hasta ahora se ha quedado en él. Quizá porque veo el presente y el futuro más complicado. O tal vez, por el simple hecho de que lo vivido ya no me da miedo, lo que me queda por vivir, sí.
Pero no. Las cosas no son tan simples. A parte de pasado, presente, y futuro, hay otro tiempo verbal que me muerde las entrañas.
Nosotros hubiésemos sido…
lunes, 10 de enero de 2011
Rutinas
08:49, suena de fondo “La valse d'amelie piano”, anunciando que comienza el día. Cinco minutos más –pienso-, sólo cinco. El despertador vuelve a sonar y de un manotazo hago que se calle. Me despierto, con los ojos entrecerrados aún, después de una corta noche que por diversos motivos se me ha hecho eterna.
Voy al baño, me lavo la cara y me miro en el espejo. Definitivamente no ha sido una buena noche.
Me encamino a la cocina pensando qué desayunar. Si, ya, he vuelto a la dieta, no hay muchas opciones. Me preparo un neskuik con leche desnatada y un par de galletas. Antes de eso, claro, el arsenal de cápsulas que me tomo por las mañanas para distintas cosas: que si el pelo, que si vitaminas, que si para los líquidos… (a veces pienso que soy como una pequeña bomba de relojería, con tanto invento algún día tendremos un problema). Desayuno con calma, hoy tengo suficiente tiempo. Hoy, incluso, me permito el lujo de sentarme.
Una vez con el estómago lleno (aunque no como me gustaría) me paro delante del armario. La tortura de cada día. ¿Qué me pongo? ¿Cómo se estará en la calle? ¿Tendré frío con esto? Buf, esto no, hoy no me veo con ello. Finalmente, elijo mi atuendo para hoy y me miro en el espejo. Otra vez la rutina diaria: al menos, un cambio de camiseta. Vuelvo a mirar. Mucho mejor.
Después de todo eso, llega el proceso de hacer la cara un poco más fácil de mirar. Voy al baño y saco todo mi arsenal de maquillaje. Tras 15 minutos frente al espejo, me doy por satisfecha con mi obra de arte.
Abrigo, bufanda, la carpeta y el bolso. Ya estoy lista para ir a clase.
¡Joder qué frio hace en la calle! ¡Y encima voy tarde! Mierda. Joder. Ni levantándome una hora antes lo consigo. Llego al autobús, cola para variar. Diez minutos helándome los pies, tiritando y deseando que llegue algún bus para poder sentarme y escuchar música, sino, me pongo de mala leche.
¡Por fin! Consigo sentarme pero…¡mierda! Se me ha olvidado el ipod en casa. Saco uno de los libros que me estoy leyendo y el viaje se me hace más ameno, aunque me molestan las voces de la gente. ¿Cómo se puede tener esa energía por las mañanas?. Paro de leer y me dedico a mirar por la ventana, aunque ese paisaje ya me le conozco de memoria.
Llego a la facultad, pero, para variar, la clase ya ha empezado. Todo lo silenciosamente que puedo me cuelo en algún banco y saco mis apuntes. Dos horas interminables que dedico a divagar de vez en cuando y a atender cuando vuelvo a la tierra. Se termina la clase y recojo todo lo rápido que puedo, sólo quiero llegar al calor de mi piso, ponerme cómoda, comer y echarme la siesta.
Abro la puerta del piso y ya noto lo calentito que se está dentro. Dejo el abrigo, el bolso y la ropa encima de la cama y me pongo cómoda. Voy a la cocina, con más hambre que el perro de un ciego, y me preparo para desplegar mis artes culinarias. Después de un rato, parece que mi esfuerzo ha merecido la pena y me siento a la mesa. Como con calma, en soledad, como a mi me gusta.
Recojo los platos, los meto en el lavavajillas, me lavo las manos y los dientes, me bebo un vaso de agua y me voy al sofá. Adoro echarme la siesta, creo que es uno de los placeres de la vida, el dormir. Tras un largo rato de inconsciencia, me despierto. Estoy mareada, la cabeza me da vueltas, tengo sueño, quiero seguir durmiendo. Reúno fuerza de voluntad y me levanto.
¿Habrá que hacer algo, no? Los exámenes están a la vuelta de la esquina, tengo muchos trabajos por acabar, apuntes que pasar a limpio….Total, al final acabo por no hacer nada. Simplemente enredo, miro cosas por internet, como. Pero no hago nada de provecho.
Llegan las 20:00. Hora de ir al gimnasio. Buuufff, qué pereza! Me pongo el chándal, me recojo una coleta, preparo la mochila y ya estoy lista para darlo todo. O casi todo. Siendo hoy el primer día, mañana seguramente querré morirme, pero hay que hacerlo. Estoy una hora pedaleando, deseando acabar. No sé si os pasa pero los últimos 5 minutos se me hacen eternos.
¡Menos mal! Ya hemos acabado por hoy. Ahora a recoger mis cosas y a casa. Por el camino pienso que tengo hambre, y que hace frío. Que seguro que me termino constipando otra vez porque no le hago caso a mi madre y no me abrigo bien. ¿Qué voy a cenar? ¡Ah sí! Ya lo se…uhm.. qué rico, y qué hambre! Pero primero una ducha. Sí, la necesito. Qué bien sienta..es indescriptible el placer que puede proporcionar un chorro de agua caliente cayendo sobre tu cuerpo, o por lo menos es como yo lo siento. Y ese olor,¡por dios pero si dan ganas de comerse el gel! Tengo tanta hambre que sería capaz, lo juro. Venga, apaga ya, que luego nos pasamos con el agua. Me pongo el pijama, es mi prenda de ropa favorita, tan cómodos y tan chulos!
Hora de la cena. Me preparo una ensalada de naranja y una sepia a la plancha. Sí, esto es sano. ¿Y de postre? Pues un yogurt de fresa, mis preferidos. Qué bien se siente uno con el estómago lleno.
Todavía es pronto para dormir. Así que me decanto por actualizar el blog. No me gusta teneros tan abandonados, pero es que entre unas cosas y otras no he tenido mucho tiempo para dedicarme a escribir algo (más o menos) decente. ¿Y qué cuento? Pues mira, como ha sido el primer día de vuelta a la rutina, podría contar la mía.
Y así, sin más, os deseo a todos buenas noches. Que la rutina del día a día, está aquí otra vez en pocas horas.
PD: Perdón por estar medio ausente! Pero os he leído, que conste.
PD2: Os dejo la canción de “La valse d’Amelie piano”, que es PRECIOSA, por si no la conocéis.
miércoles, 5 de enero de 2011
Oro, incienso y mirra
Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar….
Ya sé que os escribo un poco tarde, pero es que le he estado vueltas al asunto y no se me ocurría que pediros que fuese especial. Como sabréis, ya tengo 22 años y si os pidiera un juguete quedaría algo raro, ¿no?. ¿Ropa? Nunca acertáis con mi talla (si, ya sé que sois Magos pero…). ¿Colonia? Bueno, eso podría estar bien, pero tengo muchísimas y no necesito otra. ¿Libros? Buf...la verdad es que me gusta pasearme por la Fnac cuando estoy triste y elegirlos yo. ¿Dinero? Demasiado material, prefiero algún regalo.
¿Entonces qué os pido?
Pensando, pensando…creo que ya sé qué quiero que me traigáis:
- Una mijita de salud, para mí y para los míos. Mi madre últimamente se queja mucho de la rodilla, y con lo que le gusta andar ahora apenas puede llegar a la esquina de mi calle…Mi padre cada vez tose más, no deja de fumar, engorda..me da miedo que todo eso pueda acabar mal. Mi abuela se queja de muchos dolores, en los brazos, las manos, los hombros, las piernas. Y que mi abuelo siga aguantando con ese corazón tan fuerte que tiene y que tan recientemente operaron.
- Un poquito de fuerza de voluntad. Para seguir con la dieta, para continuar yendo al gimnasio, para estudiar cuando me toca estudiar…en definitiva, para esas cosas que me cuestan a veces mantener.
- Trabajo. Realmente no para mí, porque este año no puedo permitirme distracciones, pero sí para que mi padre siga como hasta ahora y no le falte, y a mis tíos, y a toda la gente que conozco (y que no también) para que pueden vivir lo mejor que se pueda.
- Buenos amigos. Mantener a los que tengo y, si es posible, conocer otros.
- Amor. En esto dudaba porque…¿seguro que quiero amor? Quiero decir, amor en mayor o menor medida tengo pero, ¿estoy preparada para sentirlo y experimentarlo por otra persona?. Prefiero pensar que sí, que esta época que llevo es sólo porque tengo miedo de volver a verme metida en algo como eso pero confío en que si me traéis amor, será un chico maravilloso y estupendo. Y como sé que eso puede tardar en venir, yo estaré esperando a que aparezca.
PD: Y la paz en el mundo!
PD2: Madre mía, casi no llego! Espero que les dé tiempo a leer mi blog y que por lo menos me traigan algo de lo que he pedido… Y ya sabéis, hoy a dormir prontito!
lunes, 3 de enero de 2011
Ya están aquí…..Rebajas 2011
Para los que no me conozcáis todavía (y sois la mayoría), tengo que confesaros que soy una especie de compradora compulsiva. No llego al punto de estar enferma, ni de gastarme lo que no tengo por comprar algo pero…cuando salgo “a mirar”, al final nunca acabo sólo mirando y termino llevándome algo a casa que realmente no me hace falta, pero me enamora y no me puedo resistir. Así que, os podéis imaginar que tanto las de Enero como las de verano, son casi las 2 épocas del año que más me gustan.
Además de “derrochar el dinero” en cosas que no necesitamos (porque en algunos sitios las rebajas alcanzan hasta un 70% y, por los precios que se quedan…) también es un buen momento para aprovechar y comprarnos esas cosas que si vemos un día normal y corriente, con su precio real, no compraríamos.
Mis apuestas para estas rebajas son:
- Camisas de cuadros
Este año lo cuadros están muy de moda, sobre todo, las camisas tipo leñador como la que os he puesto aquí. Me parece que un look de vaqueros+camisa de cuadros+ camia básica debajo+converse/botines/tacones+ cinturón es algo muy sencillito y ponible para un día a día sin dejar de lado las tendencias. Yo ya tengo una, pero es demasiado fina (fue de la temporada de primavera) y ahora quiero una más gruesa, que abrigue algo más.
- Chaqueta tipo blazer
Me parece una prenda que se debería tener en el armario, pues se pueden hacer unas combinaciones increíbles con ella. Desde un look más informal (blazer+jeans+ camiseta básica blanca+ tacones+cinturón o bien blazer +vestido o falda) hasta un look más serio (blazer+camisa+pantalón pitillo+tacones). La veo bastante ponible.
Aquí os dejo algunos ejemplos de cómo se puede combinar, a mi me encanta!
http://img.trendencias.com/2009/04/boyfriend-blazer.JPG
http://www.lavidadeserendipity.com/responde/wp-content/uploads/2009/02/blazer-ryb.jpg
http://www.efectomoda.com/images/tendencias_blazer.jpg
- Gorro con pompón
Siempre me han gustado los gorros, los sombreros, las boinas…pero es que estos, me gustan muchísimo! Además, muy calentitos para esos días en los que hay grados de menos en la capital
- Jeans pitillos
Los vaqueros son mi prenda favorita. Tengo bastantes y es que, son tan cómodos y van tan bien con todo que me parece algo esencial en un armario. Pitillos no tengo ninguno y, ahora que estoy adelgazando, me gustaría probar a comprarme unos porque la verdad es que me encantan combinados con unos buenos tacones, estilizan bastante y hay infinitas combinaciones que nos pueden servir tanto para diario como para salir de fiesta.
- Bolso bandolera
Para diario suelo usar uno parecido a este. Me parecen muy cómodos, porque lo puedes llevar a un lado o cruzados, tienen un tamaño mediano en el que cabe lo básico para un día a día y se pueden llevar con casi cualquier cosa. El que yo tengo ya está desgastado, y creo que va siendo hora de jubilarlo por otro nuevo.
Podría deciros muchas más cosas que tengo en mente, como por ejemplo maquillaje, otras converse negras que las mías ya están muy rotas, pañuelos….pero creo que las cosas que he dado mayor importancia son las que realmente querría encontrar con un precio rebajadito.
De todas formas, hasta el Sábado no llego a Madrid, con lo cual no creo que vaya de rebajas hasta entonces así que tenéis unos días para decirme qué prendas vais a intentar buscar vosotros en rebajas, lo que os gustaría encontrar más baratito, aquello que si no estuviera rebajado no compraríais, qué pensáis de las rebajas…en fin, cualquier cosa que se os ocurra en relación a esto. Me haría ilusión que me dejarais comentarios opinando sobre el tema.
PD: Gracias de nuevo por seguirme leyendo!
sábado, 1 de enero de 2011
¡Feliz año a todos!
¡Feliz año a todos!
Se que llego un poco tarde, pero es que en lo que va de día mi persona no daba para ponerme a escribir una entrada…
¿Cómo os fue recibiendo al nuevo año? Yo en general no tengo queja.
Sobre las 20:30 nos fuimos todos para casa de mis abuelos, que es donde tocaba este año celebrar la Nochevieja. Nos juntamos allí un total de 14 personas, contando adultos y niños, que ya se sabe que algunos valen por dos o tres de la lata que dan (como es el caso de mis primas pequeñas, que tienen 2 y 6 años y la pequeña es un rabo de lagartija). Estuvimos aquí y allá, poniendo canciones, jugando con las pequeñas, tirando los últimos petardos del año en la calle y esperando a que pusieran en la mesa esas cosas tan riquísimas que habían preparado entre mi abuela, mi tía y mi madre.
A eso de las 10 llegó la hora de la cena (¡por fin!- gritó mi estómago). A pesar de que para cenar sólo éramos 10, tuvimos que poner dos mesas de la cantidad de comida que había:
- Los entremeses ibéricos (que no falten)
- Marisco (rico rico, de Huelva traído por mis tíos)
- Mejillones (rellenos y fritos y en vinagreta. Yo me quedo con los primeros)
- Revuelto de setas con jamón, huevo y patatas (novedad de mi abuela)
- Brazo gitano relleno de queso philadelphia y jamón york (vaya mano que tiene mi madre!)
- Bacalao en salsa de piñones y pasas (receta de mi tía, sólo probé un poquitín porque ya no podía más!)
- Postres: helado, tarda al wiskhy y una especie de flan-pudin con almendras (que hace mi abuela y llena como si te hubieras comido el plato entero tú sola)
Después de darnos esa comilona, y con el estómago más lleno de la cuenta preparamos todo para poder recibir al nuevo año como se merece: comiéndonos las uvas. Las uvas……¡qué momento! No hay año en que alguien no las escupa, o no se le forme una bola de uvas en la boca, o al reírse le salgan disparadas como si de un proyectil se tratara, o que te hagan de reír y cuando todo el mundo ha acabado de comérselas tu vayas aún por la 4ª porque entre la risa y lo que llevas en la boca, la mejor opción es no querer abarcar más xD. Yo este año me las comí todas a tiempo, increíble pero cierto!, aunque, cuando nos empezamos a felicitar el año yo aún seguía masticando uvas, y tenía que llevar cuidao en no abrir demasiado la boca por miedo a lo que pudiera salir de ella.
Tras estar un ratillo con la familia, mi prima y yo nos fuimos a arreglar para la celebración con los amigos. Que si cómo me queda esto, que si vístete ya, que si dónde he puesto la chaqueta, que si ¡mierda, me he cargado las medias!, que si no sé como peinarme, que si píntame así, que si “madre mía como me van a doler los pies”….pero bueno, al final a eso de la 01:30 las dos estábamos ya listas para darlo todo.
Cuando me llamaron para decirme dónde habíamos quedado, allá que nos fuimos. Felicitar el año a los amigos, brindar con cava malo y vasos de plástico, ver a gente y felicitarle el año, ir 40 veces al servicio porque claro, si entra tanto líquido en el cuerpo de alguna forma tiene que salir, ¿no?. A las 5 de la mañana yo ya tenía un dolor de pies que me moría, así que cuando entramos en la discoteca me cambié los tacones por unas bailarinas mucho más cómodas y así aguanté hasta las 7 y pico de la mañana, que ya salimos de la discoteca para ir a desayunar. Madre mía, qué bien entran unos churritos de chocolate a esa hora, con ese frío y después de haber estado toda la noche de parranda!
Llegué a mi casa a eso de las 8 y algo, con un frío y un dolor de pies INCREÍBLE. Así que, aunque iba con unas ganas tremendas de pillar mi cama me di una ducha calentita para entrar en calor y porque después de estar toda la noche por ahí y de que me tirasen alguna copa que otra encima creo que me lo merecía. El momento de meterme en la cama fue....no tengo palabras!Jejeje.
Espero que vuestra noche también fuese genial, que hayáis recibido el año como se merece y que, si os habéis puesto propósitos para este nuevo año los cumpláis todos. A mí no me gustan los propósitos, porque casi siempre se quedan por el camino y porque soy de la opinión de que no hace falta que empiece un nuevo año para proponerse algo, pero bueno, aún así os deseo a los que si os proponéis algo que pongáis toda la fuerza y el empeño posible en conseguirlos y seguro que al final obtenéis los resultados que buscabais.
Un besito a todos!
Gracias por leerme.