martes, 2 de agosto de 2011

Pasión por los libros

Desde pequeña me vienen imágenes a la mente de estar tirada encima de mi cama con la compañía de un buen libro y el tic-tac de las agujas de un reloj a las tantas de la mañana. A veces, como sigue pasando hoy en día, mi madre se desvela y al ver luz a través de la puerta entra para echarme la regañina: “¡A estas horas y todavía despierta María!¿No te acuestas ya, hija?” . Esas suelen ser sus palabras cuando a las 5 de la mañana yo sigo danzando despierta por mi casa.

Nunca he visto como una tortura el hecho de tener que leerme un libro, porque si bien algunos no han sido santo de mi devoción, al final siempre le acabo cogiendo cariño a los personajes, a la trama, y al libro en sí…tanto que cuando me los termino se me queda cierta sensación de “vacío” al pensar que aquellos personajes que he odiado o amado no van a acompañarme otra noche más. Pero no importa, porque cuando un libro se acaba otro llega a mis manos en su lugar. Y es que yo soy así, prefiero la compañía de un buen libro antes que una película…no es tanto así con las series, pero esa es otra de mis aficiones que ya os contaré un día.
Ha habido épocas en las que he abandonado un poco la lectura porque me resultaba imposible dedicarle apenas unos minutos. Tenía trabajos que hacer, cosas que estudiar y el poco tiempo libre que me quedaba lo dedicaba a otras cosas. Pero a pesar de eso, siempre ha vuelto a mí algún libro que me ha devuelto las ganas y la inquietud de devorar sus páginas.

En verano, como ahora, aprovecho que estoy en el pueblo para visitar la biblioteca y ahorrarme un dinerito comprando libros, aunque para qué mentir, a mí me encanta perderme entre los pasillos de la Fnac, El Corte Inglés o La Casa del Libro y mirar y requetemirar hasta que me decido por uno en concreto…pero la economía no da para tanto. El problema de la biblioteca es que los ejemplares más novedosos no los traen y los que lo son casi siempre están prestados, así que tengo que conformarme con lo que hay, cosa que no me disgusta porque así he descubierto libros que por mí misma a lo mejor no había leído.
Siempre he dicho que a mí, uno de los mejores regalos que se me puede hacer es un libro, porque sin duda lo voy a disfrutar. A veces incluso he llegado a leerme dos y tres veces algunos de los que ocupan la estantería de mi casa y siguen teniendo su magia.

Hace un par de días he terminado de leerme “El Ocho” de Katherine Neville y ayer cayeron en mis manos “El médico” de Noah Gordon y “La bruja de Portobello” de Paulo Coelho… y casualidades de la vida, hoy al ir de compras con mi madre he conseguido otros dos más: “El Fuego” que es la continuación de “El Ocho” (no sabía que existiera una segunda parte, ¡ha sido toda una sorpresa!) y “El cuento número trece”. Estoy deseando leerlos todos!


Pd: Espero no haber sonado muy pedante con esta entrada, es sólo parte de mi frikismo interior xD.

2 comentarios:

  1. No es una mala pasión tocaya, a mi "El médico" me encantó. Por cierto la foto del post es fantástica. Un besazo, espero que estes pasando un buen verano.

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  2. Hola! Opino como María, la foto es chulísima! Yo también aprovecho el verano para devorar los libros que no leo en invierno. ^^

    Ahora estoy leyendo La dama de blanco de Wilkie Collins, y me está gustando mucho.

    1besazo!

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