miércoles, 18 de enero de 2012

Algo sobre mí


Siempre he sido una persona enamoradiza, y cuando lo pensaba fríamente llegaba a la conclusión de que eso no podía ser bueno. Hay días que me enamoro 3 y 4 veces de chicos que ni siquiera conozco… pero es lo que tiene que el corazón vaya mucho más deprisa que la razón, supongo.

Cuando me cruzo por la calle con una persona que me atrae, inmediatamente pasan por delante de mis ojos todos los momentos que podría vivir con esa persona, lo felices que podríamos ser si alguno de los dos diese el paso de decirle algo al otro. Aunque en este caso el paso lo tendría que dar yo, claro, la otra persona ni siquiera tiene en mente que yo pueda estar viviendo todas esas cosas con él sin ni siquiera saber cómo se llama.

Esto también se extiende al universo “internet”.

De vez en cuando conozco a alguien con el que empiezo a hablar y siento una cosa extraña…se que llamarlo amor es exagerar demasiado, pero digamos que noto cierto feeling que podría convertirse en algo más. ¿Y por qué cuento todo eso? Porque quizá (y digo quizá para despistar, hehe) ahora mismo estoy viviendo uno de esos momentos. Ni siquiera es una persona con la que haya hablado mucho, pero las veces que hemos hablado he sentido ese algo dentro de mí, de querer seguir conociéndole, hablar más con él, que me cuente todo sobre su vida… ¿Problema? Además de que la situación por su parte es complicada, estoy convencida de que ni siquiera piensa en mí como lo hago yo en él.

Y llegados a este punto, estoy más liá que la pata de un romano. No sé si quiero decirle algo, si hacerme notar de alguna manera, si pasar del tema porque realmente no se sostiene por ningún lado, si seguir como si nada y si hay suerte aprovecharlo…

Malditos sentimientos, ¡siempre consiguen liarme!



1 comentario:

  1. Arggg, sal de mi cabeza.... >_< Cómo te entiendo, nena, de verdad, esto podría haberlo escrito yo pero poniéndolo todo en femenino...

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