Divagar sobre el amor es una de mis aficiones favoritas.
Filosofar sobre sentimientos uno de mis entretenimientos… Y eso sólo me sirve
para darme cuenta de que, por muchos años y fracasos que pasen por mi piel, voy
a seguir sin tener ni idea de qué cojones es el amor.
Y es que con cada revés que me doy a mí misma, más confianza
tengo en que eso no es para mí. Que me quitaron esa oportunidad hace mucho
tiempo.
- “Yo me he vuelto egoísta”.
- “Eso no es ser egoísta”- me dices-.
Y por un momento me lo creo. Pero luego, mientras el agua me
cae encima, pienso que no tienes razón. Y que sí es egoísmo. Pero, a veces, el
egoísmo nos salva de ciertas situaciones, ¿no es así?
Yo quiero pensar que sí…
el amor es la emoción más grande y satisfactoria que puede experimentar el ser humano,cuando es correspondido. Pero aún más grande que esa emoción, es generar y alimentar la capacidad para amar. Porque solo el amor que nace de la confianza y la generosidad, tiene posibilidades de éxito. Todo lo demás son pretextos para encontrrnos bien, haciendo del ser amado un medio y no un fin en sí mismo, para colmar de dicha con nuestro esfuerzo y alegría.
ResponderEliminarSupongo que el egoísmo surge cuando evitamos hacer lazos que nos pueden dañar si algún día se rompen y nos abandonan, pero bueno, yo tampoco lo tengo muy claro, como tú, a pesar de mis años, todavía no he entendido en que consiste este juego del amor, en que a veces quieres y no te quieren, te quieres pero no quieres, nadie se quiere pero se tolera, se quieren, y todas las versiones con matices que se te ocurran.
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