viernes, 15 de abril de 2011

DE SINCERIDADES

Y mirando en el baúl de los recuerdos, me doy cuenta de que no queda prácticamente nada de aquella chica que se pintaba los ojos de negro, que escuchaba rap las 24 horas del día, que le gustaba ponerse tus sudaderas o que describía sus sentimientos verso a verso.

Parece que de un tiempo a esta parte he perdido mi capacidad de describir cómo me siento, lo que pasa por mi cabeza o, simplemente, algo que merezca la pena contar. Quizá eso sea porque yo misma he cambiado. Porque tú me has cambiado. O, porque sin darnos cuenta, cambiamos los dos al mismo tiempo.

Es increíble que después de tanto tiempo todavía siga leyendo ciertas cosas y sea capaz de experimentar cada letra que escribía, la mayoría dirigidas a ti, por supuesto. Pero, ¿sabes?, ahora ya no me siento enfadada, ni siquiera decepcionada por todo lo que pasó. Ya no siento como noche tras noche ese dolor me abría un agujero en el pecho tan grande que me hacía imposible el respirar.

Pero todo pasa.

 Llevó su tiempo, pero las heridas siempre se cierran.

Ahora lo único que queda son meras cicatrices que, me temo, me van a acompañar siempre. Pero no me importa, porque eso también es parte de mí y de lo que soy.

Sólo quiero que sepas que no me arrepiento de nada. Ni siquiera de haberte conocido.

¿Y sabes qué?
Que siempre fuiste tú.


*Para Y, quien, a pesar de todo, siempre será alguien especial.


                                                

4 comentarios:

  1. Buenoyo supongo que necesitabas hacerlos y que todos los finales no tienen porque ser malos. Un besazo.

    ResponderEliminar
  2. Es increible mirar atrás y pensar en lo diferentes que son las cosas ahora. Me pasa lo mismo que a ti... Será siempre especial, aunque ahora no tengamos nada que ver...

    ResponderEliminar
  3. Gracias por escribir este post. Son sentimientos como esos los que hacen de este mundo un lugar mejor. Y son contagiosos.

    Sonríe.

    ResponderEliminar
  4. Si hay cicatriz es porque la herida se ha cerrado y eso es muy importante. Lo ideal sería que no quedase marca, pero precisamente la marca está para recordarnos lo que pasó y aprendamos de ello. Un abrazo, nena.

    ResponderEliminar