Es la pregunta que llevo haciéndome siempre de un
tiempo a esta parte. Y es que si lo piensas… ¿por qué nos tenemos que complicar
tanto las cosas? ¿O porque tienen que ser difíciles ya de por sí? ¿No pueden
ser fáciles y ya está?
Mucha gente opina que si las cosas son fáciles no tienen
gracia. Antes puede que yo incluso pensase igual, pero sinceramente estoy
cansada, agotada de tener que luchar siempre contra todo para que me salga como
yo quiero. Puede que sea porque es que siempre me tocan las cosas difíciles a
mí, pero a pesar de eso, muy mal karma debo tener para que todo me salga tan
jodidamente mal últimamente.
Me encantaría poder levantarme por las mañanas y pensar:
venga María, que tienes un millón de motivos para seguir intentándolo. ¿Pero
sabéis qué? Que ese millón de motivos se ha visto muy reducido, y ahora mismo
poquitas cosas son las que me hacen levantarme con ganas todos los días.
En fin, supongo que no es más que una mala racha, y que de
que pase el tiempo las cosas volverán cada una a su sitio… pero qué espera más
larga hasta que todo eso llega!
Hola Tocaya :).
ResponderEliminarPues en parte tu misma lo has dicho en tu texto, porque a la gente le encantan las complicaciones, siempre todo se puede hacer más fácil,a los que lo hacen se les llama "gente práctica".
Pero que cierto es, que a la masa le gusta, el drama, el teatro y en elredo.
Sin embargo no hay mal que cien años dure, y al final las cosas siempre mejoran.
Un beso María, y que tengas unas navidades estupendas.
tener noticias de ti, es una de las cosas por las que merece la pena levantarse un día más...porque aunque no nos miramos cara a cara, sabemos el peso de nuestras entrañas. Y eso une, de esta manera incierta de sabernos sin conocernos. Pero todo este misterio, me gusta...y a ti, no te resulta intrigante?
ResponderEliminar