domingo, 18 de septiembre de 2011

Y lo cierto es que, por las noches, cuando apago la luz y todo queda en un oscuro silencio, todavía me quedan unos minutos para dedicarte.


Como cada noche, te busco a tientas por mi cama y lo único que encuentro es, otra vez, la desesperación de saber que no vas a calentar mis sábanas.


1 comentario:

  1. y lo ancha que vas a dormir...eh
    eso no te lo quita nadie.
    Si alguien tiene que merecer nuestras sábanas,
    esté usted segura que llegará.
    Espero que me lo cuente,
    yo también se lo voy a contar.
    Hasta entonces
    disfrutemos de la cama
    solo para nosotros,
    solo para soñar...

    besos

    ResponderEliminar