lunes, 21 de mayo de 2012

Te la dedico, J

No debería dar ningún tipo de explicación, soy muy consciente de ello, pero ya que hace unas semanas te sentiste con el derecho a juzgar mi felicidad, me ha parecido correcto informarte del estado de la misma, a ti y a todas aquellas personas que taaaaaanto se preocupan por mi y por saber como estoy.... Allá vamos, espero que lo disfrutéis.


Hace cosa de un mes, me dijiste que esperabas que algún día consiguiese ser feliz, porque tú por fin habías conseguido serlo y que yo debería preocuparme en conseguirlo, ya que por las publicaciones de mi blog no lo parecía. Bien. Tú no tienes ni puta idea de cómo es mi vida, ni de lo feliz o infeliz que soy... pero como otros tantos, te atreves a juzgar sólo por lo que tus ojos leen.


Quería contarte que hace unas semanas, casi en el mismo momento en el que me dijiste esas palabras, llegó a mi vida un chico que no pretendía ser nada más que una buena conversación, una curiosidad que llegó a mí y que decidí satisfacer (porque si sabes cómo soy, sabrás que la curiosidad me puede, aunque ahora mismo la verdad es que dudo de que me hayas conocido ni tan siquiera un poquito... claro, sólo te preocupabas de ti, pero bueno). ¿Sabes qué? Que desde el primer momento ya sentí que ese chico era distinto, que conectábamos, que me gustaba hablar con él.


Con el paso de las semanas, los días, y los minutos se ha empezado a crear una magia que ni yo misma puedo llegar a entender, pero bueno, quizá por eso lo llamo magia... porque lo bonito es que puedo sentirla, no describirlo con palabras. Ese chico hace que todo lo que nos rodea sea especial, porque él lo es. Es una de las personas más especiales que he conocido desde hace bastante tiempo y, lo mejor de todo, es que me hace sentirme especial a mí. Ha conseguido en semanas algo que nadie ha conseguido en mucho, mucho tiempo, y es que cada día me levante y me acueste con una sonrisa cuando pienso en él.


Es de estas personas que, sin saber cómo, aporta luz y brillo a tu vida, que te hace brillar a ti, y que se preocupa porque siempre tengas una sonrisa en la boca, pase lo que pase y existan las preocupaciones que existan en este mundo... él hace que se me quiten de la mente con sólo escuchar su voz, cuando le escucho todo lo demás me da igual. No existe. Sólo él.


Ya ves, ahora igual puedes dejar de preocuparte por si soy feliz... porque creo que hasta tú puedes entender que lo soy. Y mucho.





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